El imperio hitita

Aqui en El rincón de la cultura seguimos explorado las grandes civilizaciones antiguas y hoy toca el turno a los hititas.



Ubicación del pueblo hitita

Asia Menor está formada al norte por planicies aisladas del mar, y al sur por cadenas montañosas, en las que, únicamente los valles de los ríos abren estrechos accesos. Hacia el sudeste, los desfiladeros de Tauro la separan de Siria; al este se abren a la codicia de los invasores las ricas llanuras del Tigris y del Éufrates.

Allí se instalaron hacia el 2000 a.C., los pueblos indoeuropeos venidos del norte, quienes arrojaron a la población indígena y formaron un vasto imperio. Llamamos a estos conquistadores hititas, nombre tomado de su capital Hatus, la cual, edificada sobre terraplenes, fue el centro de su poderío. La importancia de su historia y la influencia de su civilización solo se han puesto en claro en nuestros días.


Historia hitita


Su historia es una expansión en muchas etapas, que desborda con amplitud el cuadro de las planicies de Asia Menor, y representa un peligro por su dinamismo y la señal que deja su huella en los países conquistados.

Cabe señalar que los hititas, estaban ubicados en lo que hoy es la actual Turquía

Formación del imperio


Atraídos por las ricas tierras del sur y del sudeste, se apoderaron de Babilonia hacia el 1800 a.C, instalaron un protectorado en la Alta Siria, y permanecieron estancados durante dos siglos por conflictos internos sobre la dinastía. Cuando uno de los príncipes Telepinon, logró poner un poco de orden en la sucesión, pudo proseguirse la marcha. Sus primeras conquistas habían empujado hacia el sur a los semitas, algunos de los cuales invadieron Egipto bajo el nombre de hicsos. Su imperio, constituido alrededor del 1400 a.C, comprendía toda Asia Occidental, desde el mar Negro, Armenia, Asiria del norte y noroeste hasta el mar Egeo y Palestina el oeste y al sur. Su rey mas notable Supiluliuma, hacia el 1370, practicó una verdadera política de poderío, instaló a sus hijos en los reinos sometidos y suscitó la inquietud en Egipto, cuyos faraones perseguían también una política de expansión y de influencia en Asia. Muchos soberanos egipcios emprendieron luchas para rechazar a los hititas. Las más celebres son las que condujeron a la batalla de Kadesh, ente Mutallu y Ramses II. Los resultados fueron inciertos. Al menos para Ramses II que imprudentemente se adentró demasiado al norte para regresar a Egipto (1295). Poco después firmó la paz y casó con una princesa hitita.

Por lo demás, el verdadero peligro de Oriente, era ahora el poderío Asirio, contra el cual se efectuó la reconciliación de hititas y egipcios. Pero las luchas externas y las dificultades internas había debilitado al imperio. Cuando fue atacada por nuevos pueblos indoeuropeos, llegados por el mar Egeo, se desarticuló en varios pequeños reinos independientes (hacia 1200).

Organización del imperio


El rey de los hititas era llamado "Gran Rey", para distinguirlo de los "pequeños reyes", bastantes independientes, que estaban al mando de las provincias conquistadas. El imperio no estuvo nunca completamente unificado. Los señores dueños de tierras influyeron siempre en ciertas decisiones del Gran Rey, quien de todos modos era el juez supremo y el jefe del ejército. Por sus leyes minuciosamente redactadas, por el poderío de sus carros y de su caballería, ha figurado como gran conquistador y administrador metódico.

Civilización


La civilización hitita, a medida que las excavaciones permites conocerla mejor, parece haber sido importante, aun cuando careciese de originalidad.

Desde el punto de vista religioso
Adoraban a una pareja divina que recuerda al Zeus y a la Démeter griegos; practicaban ofrendas y sacrificios y se entregaban a la magia como los caldeos.


Desde el punto de vista material
Hicieron grandes innovaciones, introdujeron el caballo en Asia, así como los carruajes y desarrollaron el hierro.

Sobre todo facilitaron el contacto, entre las antiguas civilizaciones de oriente y las de los cretenses y los griegos, ya sea directamente o por los reinos que se instalaron sobre las ruinas de su imperio



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