Hombres que recorrieron el mundo

 

Probable ruta de Eriksson a Norteamérica

Los primeros grandes exploradores que tenemos noticia fueron los fenicios, quienes vivieron en la orilla oriental del Mar Mediterráneo. En el siglo X a.C., llegaron con sus naves a las islas griegas, Sicilia, Cerdeña, Útica (norte de África) y España. Comerciaron por tierra con la India, China y Persia. Se dice que en el siglo XVII a.C., navegaron alrededor de toda África.

El espíritu emprendedor de los griegos los llevó a la exploración y colonización de ciertas tierras mediterráneas. Establecieron ciudades en el mediodía de Italia y Sicilia en el siglo XVIII a.C. Mercaderes de Grecia fundaron Marsella hacia el 600 a.C., y, en España; factorías desde el golfo de Rosas hasta Málaga.

Los romanos fueron el siguiente pueblo conquistador y comerciante. Durante mas de tres siglos edificaron un imperio que incluyó todo el antiguo mundo civilizado (al oeste de Persia). La romanización de Occidente perduró en aspectos que forman la cultura de las gentes llamadas neolatinas, o naturales de la península ibérica, Francia, Italia y otras partes de Europa.


Los vikingos


Después del ocaso del imperio romano, los pueblos marineros prosiguieron la tarea de ensanchar los horizontes conocidos. Ninguno fue tan temerario y aventurero como los escandinavos (normandos o vikingos). Partiendo de su tierra en los siglos VIII, IX y X, atacaron las costas de las islas británicas, Francia y España. Erik el Rojo navegó de Islandia a Groenlandia. Su hijo, Leif Eriksson, que vivió alrededor del año 1000, cruzó el océano Atlántico y desembarcó en Norteamérica.


Las aventuras de Marco Polo


Los Polo, familia de ricos mercaderes venecianos, vivieron en el siglo XIII. En aquélla época los europeos se internaban solo unos kilómetros en Asia. Cuando lograba volver del viaje, el comerciante o aventurero contaba siempre cosas maravillosas.

Marco Polo (1254-1324) fue a China en 1271. Tenía diecisiete años. Acompañaba a su padre, quien ya había realizado un viaje a Pekín, y a su tío Maffeo. Emplearon cuatro años en el recorrido. Atravesaron arenas ardientes, pantanos insalubres, llanuras heladas y los abruptos puertos de las cordilleras más elevadas e inhóspitas de la tierra.

El emperador chino, Qublay Jan (1216?-1294) los acogió en Pekín. Tomó afecto especial a Marco, que era inteligente y había aprendido a hablar muchos idiomas. Le concedió un cargo en su corte y lo envió como embajador a varios lugares de su enorme imperio.

Los Polo permanecieron diecisiete años en China. En 1292 emprendieron el viaje de regreso a su patria que les llevó otros tres años. Los amigos no los reconocieron al pronto a causa de su larga ausencia. Como es natura, se hicieron famosos en Venecia. Marco recibió el cargo de almirante. Más o menos doce meses después estalló la guerra entre Génova y Venecia, en la que Marco fue apresado y encarcelado. Para matar el tiempo, contó sus viajes a un compañero de prisión, que escribió el relato. Cuando recobró la libertad, volvió a Venecia. Se publicó el libro de sus aventuras, que llegó a ser muy popular y se tradujo a muchas lenguas. Incluso hoy día se puede comprar.

Marco Polo en China
Marco Polo en China



Las expediciones de Días


Mas de un siglo después del viaje de Marco Polo, comenzó una gran época de exploraciones. Asía producía muchas cosas que apetecían a los europeos: especias, drogas, seda, maderas y piedras preciosas. Durante centenares de años se habían importado sobre todo por tierra, porque no se conocía rutas marítimas a Oriente.

Los caminos comerciales a la India y China atravesaban países musulmanes, que servían frecuentemente de intermediarios. En cierto momento los otomanos conquistaron la mayor parte del Asia occidental. La gran ciudad europea de Constantinopla cayó en su poder en 1453. Los turcos prohibieron que los cristianos cruzaran sus dominios, y quedó cortada la ruta terrestre a los países asiáticos más lejanos. 

Los portugueses hicieron mucho por la navegación en este periodo. En la primera mitad del siglo XV el infante Enrique de Portugal (1394-1460), llamado Enrique el navegante, vivía en Sagres, en la costa. Aunque era militar noble, prefería navegar o explorar. Organizó en su palacio una escuela de navegación. Sus hombres visitaron la costa accidental de África hasta las islas de Cabo Verde, recorrieron su bahías y las desembocaduras de sus ríos, y trazaron mapas y cartas de marear. Tales expediciones contribuyeron con eficacia al éxito de muchos marinos posteriores.

Los exploradores de Enrique el Navegante no llegaron al extremo inferior del continente africano. Fue otro portugués, Bertolomeu Dias (1450?-1500), quién lo consiguió.

Dias comenzó muy joven su vida de marino. Hizo varios viajes a la costa de Guinea y volvió con oro y marfil. El rey de Portugal se alegró tanto de sus hazañas, que le puso al frente de la expedición que debía recorrer el litoral atlántico de África.

En 1487 Dias abandonó Portugal con tres barcos. Siguió la costa de Marruecos, entró en el golfo de Guinea y prosiguió hacia el sur trazando mapas. Una de las grandes tempestades del sur del Altántico empujó las naves mar adentro. Cuando se calmó, Dias retrocedió en busca de tierra, siguiendo la costa hasta el noreste y luego hacia el norte: había doblado el extremo meridional de África y entrado en el océano Índico casi sin darse cuenta.

El rey de Portugal, encantado del éxito de la expedición, llamó al sitio en que los barcos habían sido desviados de su curso -Dias le había dado el nombre de Cabo de las tormenta-, cabo de buena esperanza, porque abría una nueva ruta hacia las codiciadas riquezas de Oriente.

Después de éste, Dias efectuó otros viajes comerciales a África. En 1500 atravesó el Atlántico hasta Brasil. Su buque se perdió durante el regreso y jamás se supo de él.

Bartolomeu Días
Bartolomeu Días

Descubrimiento de un nuevo mundo


Al tocar la tierra del Nuevo Mundo, en 1492, Cristóbal Colón (1451-1506) creyó haber llegado al extremo de las Indias, como se llamaba a la India e islas adyacentes. No se enteró de que había descubierto América. Un autor ha escrito: "Cuando partió, Colón no sabía a donde iba, cuando llegó no sabía donde estaba, y cuando regresó no sabía donde estuvo. No obstante, encontró América". El importante descubrimiento dobló el tamaño del mundo conocido hasta entonces y cambió el curso de la historia.

Colón nació al parecer, en Génova (Italia) con el nombre de Cristoforo Colombo. Se conocen poquísimas cosas del principio de su vida, salvo que era pobre y que empezó a navegar siendo muy joven. Estuvo durante algún tiempo en Lisboa, donde se casó con la hija de un marino. Estudió mapas e instrumentos de navegación, y leyó todo lo que pudo sobre exploraciones marinas.

Cuando decidió buscar una ruta que llegara a Oriente por el oeste, trató de interesar a Génova de su proyecto, y recibió una respuesta negativa. Entonces, Colón intentó persuadir a los reyes de Portugal e Inglaterra y, finalmente a los de España, Fernando e Isabel. Se dice que la reina Isabel empeñó sus joyas para costearla.

El 3 de agosto de 1492 Colón zarpó con tres pequeños barcos; La Niña, La pinta y la Santa María. Sus tripulantes no llegaban a cien. Tras detenerse en las Canarias a reparar un navío y recoger provisiones, se internó en el desconocido Atlántico. Como se proponía llegar a la India, y a consecuencia de los vientos alisios predominantes, Colón navegó hacia el suroeste.

Avanzó sin encontrar indicio de tierra. Sus espantados marineros quisieron regresar, e incluso algunos amenazaron con tirar por la borda a Colón si no accedía a ello. Pero los barcos siguieron adelante. Las tripulaciones se animaron al ver pájaros y hierbas en el mar. Aquello señalaba la proximidad de tierra firme. Una noche el vígia descubrió una luz vacilante en la distancia. A las dos de la mañana siguiente, la del 2 de octubre de 1492, los hombres de La Pinta avistaron tierra.

Era una isla, Colón la llamó San Salvador. Después encontró Cuba y la isla que llamamos La Española, Isabela y Santo Domingo.

La Santa María naufragó y la Pina y la Niña emprendieron la vuelta a España. Navegaron hacia el noreste hasta encontrar los vientos occidentales, que soplan casi en línea recta hacia la península ibérica. Una espantosa tempestad separó a los dos barcos. El 15 de marzo de 1493, La Niña con Colón a bordo entró en el Puerto de Palos. La otra nave superviviente, La Pinta, llegó después.

Por su hazaña Colón fue hecho miembro de la nobleza española, y almirante del mar Océano y virrey de todas las tierras españolas en Occidente. Sin embargo, o quizá por ello, algunas personas conspiraron contra él para indisponerle con los reyes. Isabel estuvo casi siempre de su parte; a su muerte, Cristóbal Colón perdió poco a poco su influencia.

En conjunto, Colón efectuó cuatro viajes al nuevo mundo: en 1492, 1493, 1498 y 1502. Navegó a lo largo de Centroamérica y del norte de Suramérica en busca de un paso que llevara a las islas de las Especias y la India. Falleció en 1506, pobre y desgraciado.

Cristóbal Colon en América



El nombre de América


Después de Colón, Europa envió expedicionarios a las nuevas tierras. Uno de ellos fue el mercader florentino Amerigo Vespucci (1451-1512), al que, en 1501 y 1503, el rey de Portugal mandó explorar en su nombre los territorios recién descubiertos. En un viaje Vespucci recorrió el litoral de Brasil y halló la bahía de Río de Janeiro.

Vespucci, al regresar, escribió cartas en las que decía que aquellas tierras eran un mundo nuevo y no el Oriente. Una fue publicada. La gente comenzó a hablar del Nuevo Mundo y de Amerigo Vespucci. Gradualmente los dos continentes llegaron a ser llamados América. El geográfo Martin Waldseemüller propuso que el mundo del oeste se denominase de tal manera.


Amerigo Vespucci
Amerigo Vespucci

America de Amerigo Vespucci
América de Amerigo Vespucci


Da Gamma navega hasta la India


El primero en doblar el cabo de Buena Esperanza e ir hacia el norte, por el océano Índico, hasta la India, fue el notable portugués Vasco da Gama (1469-1524).

Los viajes de Colón atizaron el sueño de encontrar nuevas rutas a Oriente. El rey Manuel de Portugal aprestó cuatro barcos para una expedición a la India por el cabo de Buena Esperanza. Se confío el mando a Vasco da Gama, que se hizo a la vela en julio de 1497.

La flota navegó durante meses hasta encontrar los vientos fríos y los mares alborotados del sur. Hacia Navidad dobló el cabo de Buena Esperanza y siguió hacia el norte a lo largo del Este de África. En mayo de 1498 llegó a Calicut, en el suroeste de la India. Eran los primeros europeos en arribar por el sur de África.

En agosto, Vasco da Gama emprendió el regreso. Compareció en Lisboa el 8 de septiembre de 1499 con un solo barco y cincuenta y cinco hombres. Pero llevaba un rico cargamento y había trazado una ruta entre Europa y los puertos de Asia. Durante la segunda guerra mundial y el conflicto de Israel y los países árabes, los buques mercantes hubieron de recorrerla.

Vasco da Gama recibió grandes honores y riquezas del rey Manuel. En 1524 se le envió como virrey a las colonias portuguesas en la India. Murió poco después de su llegada.

Da Gamma en La India

La navegación alrededor del mundo


El primero en navegar alrededor del mundo fue Juan Sebastián Elcano (1476?-1526). Su capitán era el gran Fernando de Magallanes (1480?-1521). El 20 de septiembre de 1519 cinco naves zarparon de España hacia el oeste. Sólo regresaría una.

Magallanes recorrió la costa de América del Sur en busca de un paso que la rodeara o atravesara. No se dio por vencido, incluso cuando alguno de sus tripulantes se amotinaron y un barco le abandonó porque sus marineros estaban demasiado atemorizados para seguir adelante. Halló un canal en el extremo mas meridional del continente, llamado ahora Estrecho de Magallanes. Tardó treinta y ocho días en cruzarlo y llegar al Pacífico.

Navegando hacia el oeste, llegó a las Islas Filipinas. Magallanes murió luchando con los nativos. Elcano tomó el mando de las naves útiles. Solo una logró doblar el cabo de Buena Esperanza. Recorrió las costa occidental de África hasta España, de donde había zarpado hacía más de tres años.

Juan Sebastián Elcano contó sus aventuras y muchas personas empezaron a comprender  que la tierra era, no plana, sino redonda como una pelota.

Fernando de Magallanes
Fernando de Magallanes


Juan Sebastián Elcano

Estrecho de Magallanes
Estrecho de Magallanes


Referencias

Titulo: Enciclopedia Juvenil Grollier
Editorial Cumbre. S. A. de C.V. 12 Edición. 1988. Tomo I
paginas 46-52


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